El internet está siendo invadido por imágenes encantadoras que parecen salidas directamente de un filme de Studio Ghibli, pero creadas por IA.
Desde marzo de 2025, cuando OpenAI integró una nueva función de generación de imágenes en ChatGPT, millones de usuarios comenzaron a experimentar con estilos visuales famosos. Uno de los más populares ha sido, sin duda, el inconfundible “toque Ghibli”: escenarios mágicos, personajes tiernos y una paleta de colores suaves que evocan nostalgia y calidez.
Instagram, X (antes Twitter) y otras plataformas han sido testigos de una avalancha de imágenes creadas con inteligencia artificial que, aunque no copian directamente personajes o escenas, sí replican la esencia estética que ha hecho famosa a la legendaria casa de animación japonesa.
Esto, como era de esperarse, ha levantado tanto admiración como polémica. Mientras unos celebran la democratización del arte, otros se preguntan si esta práctica roza la ilegalidad o representa un acto poco ético hacia los creadores originales.
Una declaración oficial del gobierno japonés ha puesto sobre la mesa una interpretación que nadie esperaba.
El 16 de abril de 2025, durante una sesión de la Cámara de Representantes, Yoshihiko Nakahara, funcionario del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT), fue cuestionado por el legislador Masado Emi sobre si el uso de la estética Ghibli por parte de la IA infringía los derechos de autor.
La respuesta fue clara: “Si la similitud radica solo en el estilo o las ideas, no se considera una infracción de copyright.”
Esta afirmación generó una ola de reacciones entre artistas, desarrolladores de IA y fanáticos del anime. La aclaración oficial indica que los derechos de autor en Japón protegen las obras originales y no las ideas o estilos generales. Por lo tanto, una imagen generada por IA que solo se inspire en la atmósfera Ghibli, sin copiar personajes o escenas específicas, no violaría la ley.
Eso sí, Nakahara advirtió que cada caso debe ser evaluado por las cortes y que esta postura no representa una defensa definitiva, sino una interpretación general de la ley vigente.
La diferencia legal clave está entre la estética general y el contenido específico protegido.
Según lo explicado por Nakahara, elementos como bosques mágicos, criaturas fantásticas o iluminación suave no son propiedad exclusiva de Studio Ghibli. Son parte de un lenguaje visual amplio, utilizado por muchas obras a lo largo de la historia.
Sin embargo, sí puede considerarse ilegal si una imagen generada por IA reproduce fielmente una escena de “Mi vecino Totoro” o “El viaje de Chihiro”, o si incluye personajes fácilmente identificables como Totoro o No-Face. Eso constituiría una infracción, ya que se estarían utilizando elementos específicos y protegidos.
Masado Emi resumió esta idea de forma muy simple pero efectiva:
“Es legal mientras solo se parezca en estilo o idea, pero si se reconoce como Ghibli en sí mismo, entonces sería una violación.”
Este punto es fundamental no solo en Japón, sino en cualquier debate global sobre los límites legales de la inteligencia artificial creativa.
Para el cofundador de Studio Ghibli, Hayao Miyazaki, el arte generado por IA no tiene valor emocional ni humano.
Aunque la legalidad esté en debate, la ética artística sigue siendo una gran preocupación. Y en este campo, uno de los críticos más duros de la inteligencia artificial es el propio Miyazaki, quien en 2016 calificó una animación creada por IA como “un insulto a la vida misma.”
Para Miyazaki, el proceso artesanal del dibujo a mano no solo es una técnica, sino una forma de vida. Cree que el arte verdadero nace de las experiencias, emociones y convicciones del artista. Por eso, las imágenes generadas por computadora, por más bellas que sean, carecen de la profundidad emocional que caracteriza a las obras humanas.
Su opinión ha cobrado nueva relevancia ahora que vemos arte estilo Ghibli creado sin intervención directa de un artista humano. ¿Puede una IA comprender el dolor, la alegría o la nostalgia? ¿O solo reproduce patrones que ha aprendido?
La inteligencia artificial está transformando la manera en que se crea contenido visual, pero la ley y la ética aún están en construcción.
Japón ha dado un paso importante al aclarar que copiar un estilo artístico con IA no necesariamente viola los derechos de autor. Sin embargo, el debate está lejos de terminar. Las leyes deben seguir evolucionando para responder a tecnologías que avanzan más rápido que las regulaciones.
Además, queda una gran discusión pendiente: la responsabilidad ética. Algunos usuarios han comenzado a utilizar el estilo Ghibli para representar eventos históricos o temáticas sensibles, lo cual ha sido duramente criticado por considerarse de mal gusto o incluso irrespetuoso.
La mezcla entre inteligencia artificial, arte y anime es una realidad creciente. Como medio especializado en noticias del anime, en Mexgamer.com seguiremos informando sobre este tipo de temas que combinan tecnología, cultura y legislación.
¿Es el arte generado por IA una forma legítima de expresión? ¿Deberíamos celebrar la inspiración o proteger más firmemente a los creadores originales? Las respuestas no son sencillas, pero el debate ya está aquí.